El silencio...

El silencio...
...debe romperse

miércoles, 28 de mayo de 2008

LITTLE CHILDREN (2006)

LITTLE CHILDREN (2006) ¿Secretos Íntimos?
Director: Todd Field.
Guión: Todd Field & Tom Perrotta
Protagonistas: Kate Winslet, Jennifer Connelly, Patrick Wilson, Jackie Earle Haley.
País: Estados Unidos.
Duración: 130 minutos.
De Secretos Íntimos a Little Children hay una inmensa diferencia. El título original – Niños Pequeños – está profundamente ligado con el desarrollo de la historia mientras que el título impuesto por los distribuidores no muestra el menor respeto por la obra original, tal como ocurre con “Una Relación Pornográfica”. Tanto el título “Secretos Íntimos” como el trailer de la película sugerían una historia erótica con protagonistas de primera línea (Kate Winslet y Jennifer Connelly, ganadoras del Premio de la Academia) y dirigida por Todd Field, a quien recordamos por “In The Bedroom”. “Little Children” – como “In the Bedroom” – posee una atmósfera asfixiante, con muchos planos cerrados que sugieren que el mundo exterior no existe.
Basada en la novela de Tom Perrotta del mismo nombre, nos muestra una sociedad de adultos que se comportan como “niños pequeños”, que no saben lo que tienen ni lo que quieren. Seducidos completamente por los medios audivisuales han perdido todo interés en sus propias vidas, que ya no les ofrecen ninguna sorpresa. Los parámetros de felicidad ya han sido definidos: es suficiente realizarse profesionalmente y tener una familia. Una vez que el sentido de la vida ha sido trazado la única preocupación debe ser seguirlo. ¿Qué hay después?
Adquirimos conciencia de la historia a través de la narración de un dios omnipresente, que nos revela los “secretos” que cada uno tiene, como en un documental de National Geographic sobre el comportamiento de alguna especie animal. Los protagonistas viven en una sociedad que no les corresponde y no son capaces de cambiar esa situación, se resignan a su destino simulando ser felices. Descubrimos las vidas frustradas de los personajes, se hace evidente que las sociedades humanas no pueden dar cabida a todos los individuos. El destino trazado previamente los ha defraudado y al final del camino no se encuentra lo que esperaban... ¿acaso sabían qué era lo que esperaban? No queda ya la satisfacción de haber intentado algo, sólo la sensación de fracaso. Se mueven en una existencia sin sentido, sin preguntas. No van ya en busca de sí mismos, quizá tienen miedo de no encontrar mayor cosa.
Sus deseos debieran estar colmados por el bienestar en el que viven, lo paradójico es que no es así. Demasiado tarde se dan cuenta de que no hay marcha atrás. Quizá este es el precio que se paga por no defender los sueños, dejar que las decisiones importantes sean tomadas por alguien o algo más, casi siempre una sociedad paranoica que para defenderse diseña las vidas de sus miembros, incapaz de prever que siempre hay un elemento de riesgo en el comportamiento humano. Una sociedad con tanto miedo que incluso es incapaz de reconocer el peligro al que teme. Ellos han dejado que una sociedad enferma decida el curso de sus vidas, ¿no deberían ser obvias las consecuencias?

domingo, 11 de mayo de 2008

THE EXORCIST (1973)

El Exorcista, película de terror en tres dramas

Director: William Friedkin
Guión: William Peter Blatty
Protagonistas: Ellen Burstyn, Max Von Sydow, Linda Blair, Jason Miller.
País: Estados Unidos.

Drama Uno – La maldad de la realidad

Demian Karras trabaja como consejero espiritual de la comunidad religiosa a la que pertenece. Sin embargo está perdiendo la fe (el motor de un sacerdote), no sólo la fe religiosa, sino incluso la confianza en si mismo. Su madre es una anciana solitaria que está enferma y él no es capaz de hallar la manera de ayudarla. Siente que se equivoca como cura, como psiquiatra y también como hijo. Empieza a sentir que todos los esfuerzos son inútiles, que salvar o curar a alguien no pasa de la mera intención. La maldad de la realidad se convierte para él en un obstáculo insalvable. La muerte de su madre lo sumirá en la incertidumbre y la culpa. En estas circunstancias aparece la madre de Regan MacNeil, una niña cuya enfermedad ha trascendido todo diagnóstico médico. La idea de que está poseida por un demonio es descartada por el mismo Demian, quien está dejando de creer tanto en Dios como en el diablo. El sufrimiento de la niña lo cuestiona, se compromete con su salvación y hace lo necesario para el exorcismo. ¿No se supone que si el demonio es real entonces también lo es Dios? Pero aunque Demian puede oir claramente la voz del diablo no percibe de Dios más que su silencio. Ante tal silencio es Demian quien debe hablar, descubre que el único sacrificio posible es la propia vida y le grita al demonio “¡Tómame a mi!”. Es la única manera de liberar a Regan ¿la única manera de que la vida de Demian adquiera algún sentido?
Drama Dos – La realidad del mal

Chris MacNeil es una exitosa actriz que ha permanecido ajena a los temas místicos. Es una mujer escéptica, de carácter, que vive el presente. En medio de esta aparente indiferencia sólo el amor por su hija la conmueve realmente. La enfermedad de Regan la sumirá en un desconcierto brutal, los desacertados diagnósticos la enfrentarán con la indiferencia del mundo. El terror que Chris siente es el terror de la ignorancia: ella no sabe qué tiene su hija, no sabe qué puede hacer para ayudarla. Se trata de la inexplicable irrupción del mal en su vida. La religión ofrece una solución que depende de cosas que Chris no puede ver, acudirá a ella como un último recurso. No tenemos certeza de que ella vea en la fe un mecanismo de salvación para su hija, pero ¿qué otra cosa puede hacer? Ella explora todas las opciones sin comprometerse con ninguna, sólo está comprometida con el bienestar de su hija. El personaje resulta interesante por su solidez, a pesar de todo el horror que debe presenciar no se convierte en una ferviente católica al final. Sólo quiere olvidar lo que ocurrió pero no es consciente del sacrificio que salvó a su hija.
Drama Tres – El mal es un patrimonio de la humanidad
Todos somos vulnerables al mal. Nos conmueve ver a una niña que sin tener un criterio claro de lo que es bueno o malo, es víctima de una enfermedad sin nombre. ¿Qué maldad pudo haber cometido para ser presa de un horror semejante? Se trata de un mal injustificado y por lo tanto más terrible. Nos damos cuenta de que el mal se ejerce mejor sobre los débiles, cuanto más débil es la víctima más espantoso resulta. La creencia popular de que los buenos van al cielo y los malos al infierno pierde todo sentido y lo notamos a través de esta niña. Ante su sufrimiento sólo se puede dudar de la utilidad de Dios. Sin embargo una interpretación religiosa afirmaría que las cosas horribles ocurren para que se descarte la posibilidad de que Dios existe y sumirnos así en la duda y el desamparo. Al final Regan no recuerda nada, sólo quedan las cicatrices corporales pero ¿qué hay de las cicatrices psíquicas? Quizá ella olvida para reprimir todo el dolor que le causaría recordar constantemente su sufrimiento.
Cuando se estrenó “El Exorcista” en 1973 eramos aún muy pequeños para darnos cuenta del impacto que la película pudo haber tenido. En el 2000 fue catalogada como “la película más aterradora de todos los tiempos” y estrenada nuevamente con escenas nunca antes vistas. Descubrimos su vigencia como película de terror y como drama humano. En un mundo que navega tan decididamente hacia el escepticismo ¿sigue estando tan vigente el conflicto entre el bien y el mal?