El silencio...

El silencio...
...debe romperse

domingo, 1 de junio de 2008

EL REGRESO (2003)

El Regreso (Vozvrashcheniye) "Pasos de animal grande".
Director: Andrei Zvyagintsev
Guión: Vladimir Moiseenko & Alexander Novototsky
Protagonistas: Vladimir Garin, Ivan Dobronravov, Konstantin Lavronenko, Natalia Vdovina
País: Rusia
Duración: 105 minutos
El pasado 26 de mayo en uno de los canales colombianos presentaron la película del director ruso Andrei Zvyagintsev “El Regreso”, una película de atmósferas frías y distantes que se convierten a veces en un símbolo del interior de los personajes. La historia transcurre a lo largo de una semana, acaso la semana más significativa de sus vidas, en espacios abiertos y solitarios que invitan a reflexionar, a darse cuenta de que sólo somos granos de arena luchando cada día para tomar posesión de un lugar propio. El miedo es una emoción humana que lleva de la mano a la vergüenza a quien lo padece. Sin embargo el miedo y la cobardía no son la misma cosa, después de todo el miedo es también una emoción inteligente que a veces evita que uno corra riesgos innecesarios. Sentir miedo no nos hace incapaces de confrontar nuestra propia vida.
¿Qué es una familia? El viejo esquema de padre, madre e hijos nunca fue adecuado para describir las diferentes estructuras familiares que las sociedades posibilitan. Después de tener un enfrentamiento, Andrei y su hermano menor Iván vuelven a su casa y se dan cuenta de que su padre, al que no conocían, ha regresado. Pero no hay alegría, no hay un clima de celebración. Al contrario el silencio y el suspenso se apoderan de la mesa familiar, donde esta “nueva” persona sólo trae la duda.
Con los dos hermanos descubrimos a este “ser supremo”, que no teme ejercer su autoridad y se siente en pleno derecho de irrumpir en medio de la tranquilidad de esta familia. El padre es un hombre enigmático que no quiere dar explicaciones sobre su pasado o sobre su ausencia, pero quiere ser obedecido como el padre que no ha sido a lo largo de doce años. Iván y Andrei tienen actitudes muy diferentes con respecto a su padre. Mientras que Andrei se somete a esa autoridad impuesta de buenas a primeras, Iván quiere saber algo más de ese desconocido que ha regresado. Andrei quiere incorporar al desconocido al círculo familiar pero Iván se resiste a ello, él no necesita un padre.
El padre pretende reprimir esta hostilidad. Demasiado tarde se dará cuenta de que no hay enemigo pequeño, que no bastan los lazos de sangre para imponer el respeto o el cariño debidos a un padre. El silencio gana, todas las cosas no dichas se vuelven en contra de él. El desenlace del padre les revela a los dos hermanos, aislados del mundo, un nuevo sentido de fraternidad. Es quizá por esto que el regreso ha valido la pena.

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