El silencio...

El silencio...
...debe romperse

jueves, 9 de abril de 2009

THE BRIDGES OF MADISON COUNTY (1995)

Los Puentes del Condado de Madison: “Ser o No Ser”
Director: Clint Eastwood
Guión: Richard LaGravenese basado en la novela de Robert James Waller
Protagonistas: Clint Eastwood, Meryl Streep
País: USA
Duración: 135 minutos.

Se dice que hay dos tragedias en la vida: una es no conseguir lo que se desea. La otra es conseguirlo. Aquello a lo que nos aferramos no dura para siempre y rara vez dura lo suficiente como para que podamos desprendernos con facilidad. Los protagonistas de Los Puentes del Condado de Madison no quieren decir adiós. Ninguno de ellos “tuvo tiempo para saber si eso era felicidad o estaba dejando de serlo”, como dice Saramago en La Caverna.

Tanto Francesca como Robert descubren que el Amor, con A, ha permanecido ausente de sus vidas. En vez de eso hay resignación. Se es condescendiente con la existencia. Francesca ha cumplido con sus obligaciones: es una mujer ejemplar. Tiene una familia, ha criado a sus hijos con devoción y ha sido una esposa incondicional. ¿Qué hay después de todo eso? Su fuerza vital parece haberse adormecido, sólo queda la perspectiva de una vejez tranquila al lado de Richard, el hombre que ha elegido como su marido. Es un camino recto y aparentemente, sin sorpresas.

En medio de la vida “común y corriente” de Francesca aparece una oportunidad que ella jamás había imaginado. Basta un encuentro casual para modificar la visión de la propia vida, la forma como se asume tanto el pasado como el futuro. De repente todas las certezas se pierden. Ella había dejado su vida en manos del destino y un día, por azar, el destino le devuelve las riendas. Descubre entonces que todavía hay cosas por decidir, descubre que “vivir” es jugarse la propia existencia todo el tiempo.

Las cosas de las que Francesca se había olvidado regresan para confrontarla. Entonces ella se da cuenta del tiempo perdido y de que con el tiempo se va también la fuerza que nos hace emprender rutas diferentes. El tiempo nos hace más maduros o más cobardes, según se vea. El adagio popular dice que “al que le van a dar, le guardan”, pero a veces es demasiado tarde. Eso no impide que uno se cuestione por el sentido de su existencia. Demasiado fácil se dice que nunca es tarde para empezar.

A un tiempo estos dos personajes han sufrido las dos desgracias de la vida. Y sin embargo esta es la fuente de toda su felicidad futura. Esta paradoja la enuncia mejor Marguerite Yourcenar en Fuegos: “No hay amor desgraciado: no se posee sino lo que no se posee. No hay amor feliz: lo que se posee ya no se posee.” No sabemos que habría pasado si las decisiones hubieran sido diferentes. ¿Han renunciado realmente a la felicidad? Acaso el resultado hubiese sido en resumidas cuentas el mismo.

Los Puentes del Condado de Madison es una obra sencilla y profundamente humana, construida con sensibilidad y delicadeza. A través de sus imágenes es posible captar la vulnerabilidad de los personajes y entender que tienen razones profundas para obrar como lo hacen. Dice Saramago en La Caverna que “lo malo no es tener una ilusión, lo malo es ilusionarse”. Tal es el punto donde casi todos fallamos.

2 comentarios:

El Hombre Amarillo dijo...

Si tanto les gusta es porque algo bueno tendrá que tener y eso espero encontrarlo el dia que la vea....si llega...

En la entrada anterior lei el comentario de la DIAN...hello?

Aprovecho para enviarle saludos a ambos y espero que sigan con el blog que tan bonito les ha quedado.

Saludos!!!

El Hombre Amarillo dijo...

señores...también he estado haciendo el intento de escribir acerca de cine....pero de terror...le he estado colaborando a un amigo con algunas entraditas...en TENEBRARUM...escribir acerca de peliculas no es lo mio...pero ahi voy!