El silencio...

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lunes, 11 de agosto de 2008

THE VIRGIN SUICIDES (1999)

Vírgenes Suicidas: La procesión va por dentro

Director: Sofia Coppola
Guión : Sofia Coppola, basado en la novela de Jeffrey Eugenides.
Protagonistas: James Woods, Kathleen Turner, Kirsten Dunst y Josh Hartnett.
País: U. S. A.
Duración: 97 minutos.

DOCTOR: ¿Qué haces aquí, cariño? Ni siquiera tienes edad para saber qué tan mala puede ser la vida.
CECILIA: Obviamente, doctor, usted nunca fue una niña de 13 años.

Dice el refranero popular que “el que es no deja de ser y guarda para la vejez”. En realidad se cambia mucho menos de lo que el paso de los años hace parecer. Lo que provoca el cambio de las personas es el simple descubrimiento de que cambiar es posible, ser capaz de imaginarse en una situación diferente. Sin ello no hay dolor intenso o aburrimiento que valga; las personas seguirán siendo las mismas, como muertas en vida, con las marcas del cuerpo como única evidencia del paso del tiempo.

Las niñas Lisbon no imaginan ya un futuro diferente. No les interesa. Que la vida sea buena o mala es lo de menos. Se puede seguir viviendo, claro. También pueden morir y así el suicidio, visto con tan malos ojos por la cultura occidental, se convierte en una alternativa válida. ¿Por qué esa solución y no otra? “The Virgin Suicides” no nos da mayores pistas al respecto. No conocemos las circunstancias exactas que rodean cada suicidio ni sus motivaciones. No sabemos si se hubiera podido o no evitar. Para el caso no nos interesa.

Los intentos de suicidio fallidos para llamar la atención pueden leerse como un deseo de encontrar un espacio propio. El suicidio es quizá la afirmación radical de que no se quiere pertenecer al mundo. Cecilia, Lux, Bonnie, Mary y Therese declaran que definitivamente no son de este mundo. Incluso el título de la película sugiere el carácter sagrado de estas cinco niñas, llamadas “vírgenes” menos por su castidad que por sus cualidades excepcionales. La casa de los Lisbon es un altar para estas niñas. Los cuatro muchachos que 25 años después nos cuentan la historia, son sus fieles devotos; su devoción es también una obsesión que nos contagia, que nos hace preguntarnos “¿por qué?” para darnos cuenta de que la pregunta es inútil, que ahora sólo está la ausencia, que el altar de las vírgenes es también un cadalso.

Las vírgenes no son públicas, están rodeadas de misterio y silencio. Están cargadas de responsabilidades ajenas, cada quien hace de ellas lo que necesita y las ama por diferentes razones. Develar su misterio destruiría el encanto. ¿Qué les esperaba a las hermanas Lisbon? Quizá convertirse en amas de casa convencionales, con una vida ordinaria que pusiera de manifiesto que no había nada de excepcional en ellas. Ellas se retiran en su “momento de gloria”.

Por supuesto esto no es más que una hipótesis. Una de las ventajas del guión, escrito y dirigido por Sofía Coppola, es que es un verdadero rompecabezas, sin pretensiones de ser otra cosa. No hay aquí “pequeñas lecciones humanas”, la película no deja el mal sabor de boca de una moraleja trasnochada.

La fotografía de las películas de Coppola es singularmente buena y “The Virgin Suicides” no es la excepción. Tanto el color y la textura como los encuadres construyen la ambientación de los años 70 de una manera impecable. Este respeto por la puesta en escena la convierte en un personaje con parlamento propio y la impregna de la nostalgia requerida por la historia.

2 comentarios:

El Hombre Amarillo dijo...

quiero verla, debe ser muy buena

CanelaSkiin dijo...

Muyyy buen blog,
y me dieron ganas de ver la pelicula...
Han visto Sin Rastro...es buena pero con un final algo raro...