Fish Tank: ¿Estancados?
Director: Andrea Arnold
Guión: Andrea Arnold
País: UK - Países Bajos
Duración: 123 min.
Las
historias de familias no convencionales, esas familias marginales y
llenas de problemas, parecían ser un patrimonio exclusivo del tercer
mundo. Son familias que no han resuelto sus necesidades básicas,
encarceladas por la tradición: condenadas desde el pasado y sin
ninguna clase de futuro. Familias que preparan a sus hijos para una
vida llena de carencias, convenciéndose unos a otros de que su
posición es la del borde, nunca la del centro. Familias que
producen seres ajenos a la educación y la cultura y que, a veces,
terminan volviéndose molestos para el resto de la sociedad que se
niega a ver más allá de sus narices y es incapaz de renovar su
capital humano.
“Fish
Tank” es el retrato de una familia problema en un escenario
distinto: un país del primer mundo que siempre nos imaginamos
cercano a la perfección. ¿Qué lugar ocupan en un país así estos
seres? Son seres invisibles, que viven y mueren sin aparecer en las
portadas de las revistas. No por ello son menos valiosos, no por ello
dejan de tener su propia visión de la vida y su manera de resolver
los problemas y lidiar con la cotidianidad.
Mia,
una adolescente “problema” es la protagonista de “Fish Tank”.
Tiena una madre que se niega a crecer y termina siendo casi
contemporánea de ella. Un padre ausente y una hermana menor, una
niña que fuma en las fiestas y que crece descuidadamente, como una
planta silvestre, como ha crecido Mia. Allí aparece Connor, un
hombre que representa una esperanza para esta familia tan desordenada
que puede aferrarse a lo que sea. Connor va a modificar su presente y
su futuro, particularmente el de Mia.
“Fish
Tank” muestra como en cualquier parte del mundo hay personas que
sobreviven como pueden. Los marginales. Se quisiera que fueran
invisibles, pero no es así. Tienen empleos mal pagados y su valor
como humanos a veces no es respetado, según las circunstancias en
que viven. Han tenido que crear códigos de comunicación propios y
desarrollar maneras diferentes de demostrar sus afectos, si es que
tales afectos existen. La familia como institución es cada vez más
fría, más indiferente tal como la sociedad que supuestamente
sostiene. La sociedad, confundida y débil, tiene cada vez menos
respuestas para estas familias cuyos problemas son un enigma.
Así,
queda el silencio como única opción. El conformismo va apoderándose
de sus vidas. Cada día se convierte en una guerra contra el mundo:
pero cuando uno golpea al mundo el único lesionado es uno mismo. Se
han estancado, sin expectativas claras. Viven las circunstancias como
van viniendo, buscando salidas inmediatas y, para quien juzga desde
fuera, fáciles. En esa batalla contra el desamor y la inestabilidad,
los primeros vulnerados son los sentimientos.